KISSIMMEE, Florida.- Rubén Gómez perdió su empleo el jueves pasado, y "buscando un cambio", el elector independiente apostó este año al demócrata Barack Obama y es uno de los miles que han abarrotado los centros de votación adelantada de este estado esperando hasta dos y tres horas para sufragar.
En Florida, estado altamente disputado que representa 27 votos electorales y donde el voto hispano es central, habían votado unas 150 mil personas entre el lunes, cuando se inició la votación temprana, y el martes. El voto adelantado termina el 2 de noviembre y Florida es uno de 34 estados que lo permiten.
En el condado de Osceola, donde está Kissimmee, el lunes votaron 2,288 personas y el martes sufragaron 2,336, dijo a La Opinión Rosa Cruz, portavoz del supervisor de elecciones de ese condado.
En Kissimmee, el 40% de la población es hispana y de esta más del 30% es de Puerto Rico.
Entre unas 10 entrevistas hechas por La Opinión a votantes hispanos en uno de los centros de votación, sólo uno dijo que votó por John McCain. Siete votaron por Obama, y dos no revelaron por quién, pero agregaron que votaron "por el cambio".
La votación temprana está favoreciendo a los demócratas en Florida a razón de dos a uno. Y por eso portavoces de Obama han recorrido el estado instando a los hispanos a votar desde ahora. Así lo hizo ayer el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, en una escala en Kissimmee.
Para los demócratas, el problema en elecciones previas ha sido lograr que la gente salga a votar, pero este año esperan revertir la tendencia.
Los republicanos en Florida, por su parte, llevan la ventaja en la cifra de votación por correo (absentee ballots): 295 mil republicanos han solicitado este tipo de voto frente a 199 mil demócratas.
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