Por:Deyanira Polanco
SANTO DOMINGO.- De mil 742 nuevos casos de embarazos en adolescentes que se han registrado en lo que va de año en la Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia, quince han dado positivo al VIH, según reveló hoy la doctora Esther Portes Cuevas, encargada del Programa de Atención Integral para Adolescentes Embarazadas que funciona en ese centro de salud.
Portes Cuevas dijo que a ese centro acuden diariamente un promedio de 15 pacientes nuevas y que hay día que han llegado 35 menores. También indicó que además del VIH algunas menores embarazadas presentan otras enfermedades de transmisión sexual como hepatitis B y C, y en menor proporción, la sífilis.
La especialista expresó preocupación por las consecuencias que tiene el embarazo en adolescentes, lo que calificó como un problema social y de salud pública y llamó a los padres a ser menos permisivos, orientar a los hijos e hijas y a monitorearlos.
Entre esas consecuencias citó la deserción escolar y los problemas de salud, ya que las menores presentan complicaciones de hipertensión arterial, infecciones urinarias y anemia, y el incremento de la pobreza para esas familias.
“Ver qué está faltando en la familia. Que la familia juegue su rol de orientar a los hijos e hijas para que posterguen las relaciones sexuales, no sólo por los embarazos, sino por las enfermedades de transmisión sexual”.
También indicó que los maestros deben dar educación sexual en las escuelas y no expulsar a las adolescentes embarazadas ni trasladarlas al horario nocturno en los centros educativos.
Al ser entrevistada en el Programa “Mujer, Conoce Tus Derechos”, que se transmite por Dominicana FM, pidió a que las escuelas cumplan con lo establecido en el Código para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, o Ley 136-03, que garantiza la permanencia de las estudiantes en los centros educativos.
Adolescentes con adolescentesLa doctora Portes Cuevas destacó que en los últimos dos años ha aumentado la cantidad de adolescentes que salen embarazadas de otros adolescentes y éstos trabajan en la calle, como cobradores de guaguas, o con sus padres, pero también abandonan las escuelas.
En ese sentido insistió en orientar para postergar las relaciones sexuales y sobre la importancia de continuar estudiando.
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