SANTO DOMINGO.- Los obispos católicos denunciaron ayer que la corrupción, el narcotráfico y la criminalidad son tres grandes males que afectan a la sociedad dominicana, y señalaron que en algunos sectores estas “obras de la carne” se manifiestan de manera cruda y descarada.
Citaron además, aunque sin especificar ningún caso, que la corrupción administrativa, la evasión fiscal y la indiferencia, se han enquistado en muchos ambientes, en los cuales “hay que hacer un claro y definido anuncio de un Cristo vivo, con un mensaje capaz de traer esperanza al mundo”.
EvangelizarLas consideraciones de los obispos están contenidas en su primera carta pastoral de este año, redactada con ocasión de las festividades de la Virgen de Altagracia el próximo 21 de enero y que fue dada a conocer ayer por la unidad de prensa de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED).
Entre los ambientes, que los jerarcas católicos dicen que todavía “hay que evangelizar” porque en ellos se manifiestan males múltiples y diversos, señalan sectores del empresariado, funcionarios gubernamentales, fuerzas del orden público y del poder judicial.
“Es necesario sembrar el mensaje de Cristo entre estos sectores y en la población urbana y rural, las familias y los jóvenes dominicanos e inmigrantes”, señalan.
El Episcopado expresa además su preocupación por la situación que los obispos definieron como “pérdida constante de valores morales debido a la gran prosmicuidad sexual” que se manifiesta en los distintos niveles y que es promovida con la misma constancia a través de diversos medios de comunicación social.
La Pastoral, titulada “Pablo, modelo de discípulo misionero”, pide a los católicos que se dediquen a la evangelización audaz como el apóstol de los gentiles, y que mantengan altos los valores culturales dominicanos.
Codicia y ambiciones de poderLos obispos denunciaron lo que llamaron “quebranto progresivo de los valores morales y espirituales”, que hace que los ciudadanos adquiran una cultura fundamentada en la codicia, la obtención de poder, el desenfreno sexual y el egoísmo.
Tras destacar los valores y la dedicación que demostró siempre el apóstol San Pablo, cuyo año jubilar fue declarado por el Papa Benedicto XVI, el pasado 28 de junio, los obispos piden a los fieles católicos que “escuchen al apóstol y aprendan de él”, como “maestro de la fe y la verdad, en las que se arraigan las razones de la unidad entre los discípulos de Cristo”.
Firman el presidente de la Conferencia, Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, arzobispo de Santo Domingo; Ramón de la Rosa, arzobispo de Santiago; y los obispos jefes de diócesis Freddy Bretón, de Baní; Nicanor Peña, de Higüey; Francisco Ozoria, de San Pedro de Macorís; Antonio Camilo, de La Vega; Jesús Moya, de San Francisco de Macorís; José Grullón, de San Juan; Rafael Felipe, de Barahona; Diómedes Espinal, de Mao Valverde; Julio Corniel, de Puerto Plata.
y otros ocho obispos eméritos y auxiliares de distintas diócesis del país, todos miembros de la Conferencia del Episcopado.
*Reproducido del Listín Diario
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