Las administraciones del Estado viven ajenas al duro ajuste de la recesión económica. Mientras el paro aumentó en 2008 en 1.280.300 trabajadores, el número de empleados públicos creció en 116.200 personas, de los que 39.400 entraron en nómina en el último trimestre.
Esto significa que sigue engordando el aparato burocrático del Estado y, sobre todo, el de las comunidades autónomas y de los ayuntamientos.
Además, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2008, por primera vez en la Historia estadística aparecen más de tres millones de asalariados en el conjunto de las administraciones (3.029.500) frente a los 2,3 millones de hace, por ejemplo, 10 años y los dos millones de 1988. Precisamente este récord se alcanza cuando la misma EPA ha situado el paro en 3.207.900 personas en el sector privado.El coste total de las nóminas de los funcionarios superará este año los 108.000 millones de euros.
El coste total de las nóminas públicas, que sale de los impuestos de todos los contribuyentes, superará este año los 108.000 millones de euros, lo que equivale al 10,2% del PIB y a un tercio del Presupuesto total consolidado del Estado (ministerio, organismos autónomos y Seguridad Social). Cada empleado público le cuesta 2.400 euros anuales a cada habitante.
Según la EPA, mientras los asalariados públicos han crecido en un año en 116.200 personas (88.300 corresponden a las autonomías), los del sector privado se han reducido en 684.600 trabajadores. De los tres millones de empleados públicos, el 56% pertenece a la Administración autonómica; el 18%, a la central (la que menos crece); y el resto, a los ayuntamientos.
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