martes, 13 de abril de 2010

>Plantea invertir más en investigación y dar incentivos a la energía solar y eólica para que generen 30% de energía consumida en el país

Sugiere producir canela, nuez moscada, clavo dulce, anís estrella, avena, centeno, mijo y fomentar la industria del cocotero
SANTO DOMINGO.-Un epistemólogo y consultor dominicano planteó cinco proyectos para que sean tomados en cuenta en el Plan Nacional de Desarrollo que propone el gobierno para ser realizado en los próximos 20 años, lo cual incluye la introducción, fomento y comercialización nacional e internacional de la canela, la nuez moscada, el clavo dulce y el anís estrella, entre otros productos similares.

El ingeniero Jaime Yépez sugirió también la introducción, fomento y comercialización nacional e internacional de la avena, el centeno y el mijo.

El especialista egresado de una universidad de Bulgaria señaló también como parte de su propuesta el subprograma para “el fomento y aprovechamiento industrial integral del cocotero”, de cuya planta dijo “se obtienen alrededor de 100 productos diferentes (industria de alimentos, industria química, biomasa, energía, artesanía, apicultura, lubricantes, entre otras aplicaciones y subproductos)”.

Presentó también el incentivo a la industria de energía solar para producir componentes y equipos solares (paneles fotovoltarios, inversores, acumuladores de descarga profunda, entre otros); aplicando la ley 157 y su reglamento. “La estrategia sería suplir un 15% de la energía eléctrica total consumida en el país con la energía solar (en los próximos 20 años)”, enfatizó.

Yépez propuso además el subprograma de incentivo a la industria nacional eólica (fuerza del viento) y señaló que se estima en 10,000 MVe la potencia eólica disponible en el país (en megavatios de energía eléctrica del viento). “Es decir, tres veces la potencia eléctrica instalada y algo mayor de 5.2 veces la potencia máxima demandada por la nación”, especificó.

Indicó que la industria nacional puede desarrollar y/o ensamblar: molinos de viento, inversores, acumuladores, controles automáticos, entre otros componentes y dispositivos, sugiriendo como estrategia que sostenga este proyecto la de “suplir un 15% de la energía eléctrica nacional con energía eólica, en los próximos 20 años” aplicando la ley 157 y su reglamento.

“Los cinco proyectos citados arriba están enmarcados en la ciencia, la tecnología, la adaptación y transferencia de tecnología y además son innovadores, vanguardistas, necesarios, extraordinariamente rentables a largo plazo (cinco años o más) y por coincidencia dentro de las tres disciplinas que la Unión Europea considera relevantes en el siglo XXI (la genética, la biotecnología y la informática)”, subrayó el experto, quien hizo notar que ha identificados 200 proyectos para el desarrollo nacional acelerado (20 años) similares a las iniciativas ya mencionadas.

Yépez, ingeniero químico, consultor en investigación, desarrollo, innovación y epistemología, sostuvo que “el proceso de globalización de la economía nos obliga a competir o desaparecer, por lo tanto, la sociedad dominicana está demandando la formación e integración al sistema productivo de 150 doctores en filosofía (PhD), que puedan planificar, coordinar, dirigir, ejecutar y controlar proyectos novedosos, innovativos creativos y que generen empleos y riqueza nacional, en una escala atractiva y creativa”.

Igualmente, el especialista dijo que se considera adecuado que un país invierta anualmente entre el 1.5% y el 2% del producto interno bruto (PBI) en investigación y la efectividad de esta inversión se valora con el número de patentes de invención que cada año registra un país.

Refirió que por ejemplo, el inventor Thomas Edison desarrolló y patentizó en Estados Unidos 1,100 inventos nuevos, lo cual afirma “es asombroso (corriente eléctrica directa, bombilla incandescente, el fonógrafo, entre otros)”.

En ese sentido, Yépez entiende que sería interesante conocer el número de patentes de invención de la República Dominicana en el periodo 1960 al 2010 (cincuenta años), ya que “en estricto sentido académico, una investigación científica concluye con un informe final escrito, una publicación en una revista de la especialidad y una charla magistral sobre el tema y proceso de investigación realizado y que debe incluir las conclusiones principales obtenidas”.

“En otro orden, en el país no existe tradición de investigación y desarrollo, por el contrario las universidades están aboliendo las tesis de grados (inicio académico del proceso de investigación) e incrementando los trabajos monográficos, los cuales están más cerca del pragmatismo repetitivo que del método elaborado por el sabio francés René Descartes (véase El discurso del método)”, apuntó el académico y consultor.

Deploró que, “de hecho, el número de investigadores profesionales decrece o no crece” en el tiempo en el país, por lo que considera que “quizás un premio anual en metálico por parte del Estado a las tres patentes de invención más relevantes, incentive la dinámica del proceso de investigación en la República Dominicana”.

‘El proceso de globalización de la economía nos obliga a competir o desaparecer, por lo tanto, la sociedad dominicana está demandando la formación e integración al sistema productivo de 150 doctores en filosofía (PhD), que puedan planificar, coordinar, dirigir, ejecutar y controlar proyectos novedosos, innovativos creativos y que generen empleos y riqueza nacional, en una escala atractiva y creativa”, resaltó el ingeniero Yépez.

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