Puerto Príncipe, Haití. El presidente Leonel Fernández recorrió ayer esta devastada ciudad afectada por un terremoto que dejó miles de muertos y heridos el martes, luego se reunió con su homólogo René Préval, al que prometió aumentar la ayuda y ofrecer su apoyo en las labores de rehabilitación de las redes eléctricas, la comunicación y asistencia a los afectados.Fernández sobrevoló la ciudad de Puerto Príncipe y luego visitó Petión Ville, donde está ubicada la sede de la embajada dominicana, donde inspeccionó los daños causados a la infraestructura. Allí hay 41 personas en calidad de damnificados.
Tras realizar el recorrido, el mandatario dominicano se reunió con el presidente Préval y las principales autoridades de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah). Hablaron sobre la forma en que sería canalizada la ayuda dominicana al vecino país.
Luego de casi tres horas acordaron, como primera necesidad, que la República Dominicana colabore en el restablecimiento de las redes de comunicaciones.
Fernández se comprometió a contribuir con la mejoría de la misma a través del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) y las empresas telefónicas instaladas en esta parte de la isla.
Además, a restablecer el sistema eléctrico, que colapsó. Solo los semáforos tienen energía eléctrica, porque funcionan con paneles solares.
El Gobierno dominicano se comprometió a contribuir con el envío de técnicos de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE).
Las acciones. Otra prioridad solicitada por Préval y la Minustah es la remoción de escombros y la identificación de heridos y fallecidos, porque se teme que se desaten brotes epidémicos debido al avanzado estado de descomposición de los cuerpos atrapados en las edificaciones derrumbadas.
Una unidad del Ejército Nacional especializada en manejo de desastres trabajará junto a las autoridades haitianas y de la Minustah en la logística para la distribución de las ayudas.
Fernández dijo que ya se construyó una fosa común, en la que hasta ayer habían sido sepultados unos siete mil cuerpos.
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