Los billetes falsos fueron confeccionados con papel moneda que le permite pasar como buenos en los probadores que se usa en el comercio detallista.
Sin embargo, los billetes son rechazados en los bancos comerciales donde el sistema de control es más sofisticado.
Técnicos del área calificaron los billetes como de alta calidad, a pesar de que se pueden detectar con facilidad cuando se tiene conocimiento de las especificaciones de seguridad, pero esto no ocurre entre los ciudadanos comunes.
Por ser el billete de más baja denominación, ha sido fácil su colocación en el mercado, además de que es el de mayor circulación entre la clase media y los pobres.
Las primeras denuncias sobre la circulación de dinero falso se produjeron en la región Este donde fueron timados decenas de propietarios de bancas de apuestas, colmadones, estaciones de combustibles, discotecas, farmacias y vehículos de transporte público.
Algunas de las diferencias entre los billetes de 50 es el número “50” del lado izquierdo del reverso, que en el falso está en un círculo de mayor tamaño, mientras en el original está en un semicírculo.
Sin embargo, la diferencia más notoria es la banda iridiscente que es una variación óptica ubicada en el reverso de los billetes que se observa de color dorado cuando está de forma plana y tiende a desaparecer al cambiar de posición.
Los billetes tienen diferencias en la figura geométrica de alto relieve que tiene en la parte izquierda inferior y que permite a los ciegos comprobar la autenticidad de los mismos. En los falsos la figura no está en alto relieve.
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