Según el más reciente informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), división de Naciones Unidas, el número de personas con acceso a la red global se ha duplicado en los últimos cinco años y se espera que supere los dos mil millones al finalizar el actual año.
Tal cantidad representa casi un tercio de la población en el planeta, con más de seis mil 900 millones de habitantes, y un crecimiento del doble de usuarios en los últimos cinco años.
La UIT asegura que más de dos tercios de los internautas en los países desarrollados se conectan desde sus casas, porcentaje que contrasta con el de las naciones del Sur.
En estas la mayor parte de las conexiones se encuentran en lugares públicos, como escuelas y bibliotecas, y solo el 13,5 por ciento de los que pueden acceder a este servicio lo realizan desde sus hogares.
África clasifica como el continente de menor acceso. Solo una décima parte de la población conoce esta forma de interactuar digitalmente.
En relación con los africanos, Asia y el Medio Oriente han avanzado el doble, pero en esas regiones apenas un cuarto de sus nacionales emplean este medio de comunicación. En América Latina ya hay más de 200 millones de usuarios.
Las cifras de este resumen continúan demostrando que la brecha digital entre los más avanzados y los tercermundistas se mantiene intacta, aunque, refiere la UIT, de los 226 millones de nuevos internautas más de la mitad se ubican en los territorios menos favorecidos.
Con estas estadísticas, no pocos críticos recuerdan que si bien las actuales tecnologías pueden beneficiar en grande a los países del Sur, estas no son más que otra muestra de la globalización.
Un desarrollo que no tiene en cuenta las verdaderas necesidades de las naciones en desventajas, a las que se les impone un modelo de desarrollo desde el Norte, a su imagen y semejanza.
Estos países ricos siguen siendo, refieren análisis, los principales propietarios y beneficiarios de la World Wide Web, así como de la industria del hardware, del software y de la producción de los contenidos, casi todos en inglés.
El Sur permanece excluido aún, además de crearse nuevas relaciones de dependencia y acentuarse las desigualdades, igual de paralelas a las brechas de siempre: el acceso a la sanidad, a la educación, la mortalidad infantil, el hambre y la pobreza.
Según Internet World Stats, Europa y Estados Unidos suman 501 millones de usuarios, y en todo el continente africano la cifra desciende a 110 millones. Estas diferencias se manifiestan asimismo entre hombres y mujeres, ciudad o campo, edades y estatus sociales.
La UIT reconoce que uno de los impedimentos en las regiones menos avanzadas son las conexiones de alta velocidad.
"La banda ancha es el próximo momento clave, la próxima tecnología verdaderamente transformadora", asegura el maliense Hamadoun Toure, secretario general de la UIT.
Con este medio, asegura Toure, se puede generar empleos, impulsar el crecimiento y la productividad, además de sostener la competitividad económica a largo plazo.
Pero según Susan Teltscher, la responsable de Mercados de Información de la UIT, los precios de conexión siguen siendo muy elevados.
Hoy siguen siendo prohibitivos para la banda ancha fija, que a final de este año contará con 555 millones de suscripciones, equivalente al ocho por ciento de la población mundial.
Durante el 2009 las familias de los países más pobres pagaron una media de 190 dólares mensuales por conectarse, cuando la media en los ricos fue de 28 dólares.
La República Centroafricana, refiere la UIT, es el país donde resulta más caro obtener una conexión fija de banda ancha, con un precio que puede ser 40 veces superior al salario mensual promedio.
Sin embargo en Macao, China, está la conexión más barata, con un precio que representa el 0,3 por ciento del salario promedio.
En este año el 24,6 por ciento de los ciudadanos del Primer Mundo tendrán mayor velocidad en la navegación, mientras que solo existen 4,4 abonos a la banda ancha fija por cada 100 habitantes de países en desarrollo.
En esos territorios resulta común, explica la experta de la UIT, acceder a Internet a 256 kilobytes por segundo. Con tal velocidad, la descarga de una película de cuatro gigabytes tarda 35 horas, aunque ya se puede hacer en poco más de cinco minutos a 100 megabytes por segundo.
Otros estudios refieren el uso de Internet por regiones, donde las redes sociales llevan la delantera, además de la publicidad y el envío de correos electrónicos.
En América Latina, según encuesta de Tendencias Digitales, además de los usos referidos, hay actividades en la red con un significativo crecimiento.
Entre estas destacan la publicación de videos, fotos, twitter, podcasts y la búsqueda de información política, reservaciones de viajes turísticos y la realización de trámites oficiales.
Expertos aseguran que la publicidad en la red es muy efectiva, ya que estudios demuestran que Internet influye significativamente en los patrones de consumo de las personas.
El 83 por ciento de los encuestados por Tendencias Digitales en 15 países latinoamericanos aseguran recordar publicidad en la red global.
Igual declararon que era el mejor lugar para conocer nuevos productos, realizar compras y relacionarse con las nuevas marcas.
Tales preferencias no son desdeñadas por los consorcios publicitarios, y la firma española Publicidad Interactiva 2006 (PI2006) estima que los anuncios mediante Internet en los teléfonos móviles podría alcanzar a 200 millones de usuarios en África.
"Ese continente se afianza como un mercado emergente y poco saturado en el que invertir", asegura Marian Burgos, gerente de PI2006. "La difícil situación en los mercados occidentales ha propiciado el uso de la publicidad a través de (teléfono) móvil en estos países, donde un elevado número de empresas la emplean para la promoción y desarrollo de increíbles volúmenes de negocio".
Tal visión instrumental de la red de redes, continúa retrasando el cambio social de las nuevas tecnologías como herramientas de comunicación de valores.
Así se acentúa una nueva dependencia y subordinación técnica entre millones de seres que nunca han visto un computador y los de un Primer Mundo que pueden darle la vuelta al planeta con tan solo un click.
Tal cantidad representa casi un tercio de la población en el planeta, con más de seis mil 900 millones de habitantes, y un crecimiento del doble de usuarios en los últimos cinco años.
La UIT asegura que más de dos tercios de los internautas en los países desarrollados se conectan desde sus casas, porcentaje que contrasta con el de las naciones del Sur.
En estas la mayor parte de las conexiones se encuentran en lugares públicos, como escuelas y bibliotecas, y solo el 13,5 por ciento de los que pueden acceder a este servicio lo realizan desde sus hogares.
África clasifica como el continente de menor acceso. Solo una décima parte de la población conoce esta forma de interactuar digitalmente.
En relación con los africanos, Asia y el Medio Oriente han avanzado el doble, pero en esas regiones apenas un cuarto de sus nacionales emplean este medio de comunicación. En América Latina ya hay más de 200 millones de usuarios.
Las cifras de este resumen continúan demostrando que la brecha digital entre los más avanzados y los tercermundistas se mantiene intacta, aunque, refiere la UIT, de los 226 millones de nuevos internautas más de la mitad se ubican en los territorios menos favorecidos.
Con estas estadísticas, no pocos críticos recuerdan que si bien las actuales tecnologías pueden beneficiar en grande a los países del Sur, estas no son más que otra muestra de la globalización.
Un desarrollo que no tiene en cuenta las verdaderas necesidades de las naciones en desventajas, a las que se les impone un modelo de desarrollo desde el Norte, a su imagen y semejanza.
Estos países ricos siguen siendo, refieren análisis, los principales propietarios y beneficiarios de la World Wide Web, así como de la industria del hardware, del software y de la producción de los contenidos, casi todos en inglés.
El Sur permanece excluido aún, además de crearse nuevas relaciones de dependencia y acentuarse las desigualdades, igual de paralelas a las brechas de siempre: el acceso a la sanidad, a la educación, la mortalidad infantil, el hambre y la pobreza.
Según Internet World Stats, Europa y Estados Unidos suman 501 millones de usuarios, y en todo el continente africano la cifra desciende a 110 millones. Estas diferencias se manifiestan asimismo entre hombres y mujeres, ciudad o campo, edades y estatus sociales.
La UIT reconoce que uno de los impedimentos en las regiones menos avanzadas son las conexiones de alta velocidad.
"La banda ancha es el próximo momento clave, la próxima tecnología verdaderamente transformadora", asegura el maliense Hamadoun Toure, secretario general de la UIT.
Con este medio, asegura Toure, se puede generar empleos, impulsar el crecimiento y la productividad, además de sostener la competitividad económica a largo plazo.
Pero según Susan Teltscher, la responsable de Mercados de Información de la UIT, los precios de conexión siguen siendo muy elevados.
Hoy siguen siendo prohibitivos para la banda ancha fija, que a final de este año contará con 555 millones de suscripciones, equivalente al ocho por ciento de la población mundial.
Durante el 2009 las familias de los países más pobres pagaron una media de 190 dólares mensuales por conectarse, cuando la media en los ricos fue de 28 dólares.
La República Centroafricana, refiere la UIT, es el país donde resulta más caro obtener una conexión fija de banda ancha, con un precio que puede ser 40 veces superior al salario mensual promedio.
Sin embargo en Macao, China, está la conexión más barata, con un precio que representa el 0,3 por ciento del salario promedio.
En este año el 24,6 por ciento de los ciudadanos del Primer Mundo tendrán mayor velocidad en la navegación, mientras que solo existen 4,4 abonos a la banda ancha fija por cada 100 habitantes de países en desarrollo.
En esos territorios resulta común, explica la experta de la UIT, acceder a Internet a 256 kilobytes por segundo. Con tal velocidad, la descarga de una película de cuatro gigabytes tarda 35 horas, aunque ya se puede hacer en poco más de cinco minutos a 100 megabytes por segundo.
Otros estudios refieren el uso de Internet por regiones, donde las redes sociales llevan la delantera, además de la publicidad y el envío de correos electrónicos.
En América Latina, según encuesta de Tendencias Digitales, además de los usos referidos, hay actividades en la red con un significativo crecimiento.
Entre estas destacan la publicación de videos, fotos, twitter, podcasts y la búsqueda de información política, reservaciones de viajes turísticos y la realización de trámites oficiales.
Expertos aseguran que la publicidad en la red es muy efectiva, ya que estudios demuestran que Internet influye significativamente en los patrones de consumo de las personas.
El 83 por ciento de los encuestados por Tendencias Digitales en 15 países latinoamericanos aseguran recordar publicidad en la red global.
Igual declararon que era el mejor lugar para conocer nuevos productos, realizar compras y relacionarse con las nuevas marcas.
Tales preferencias no son desdeñadas por los consorcios publicitarios, y la firma española Publicidad Interactiva 2006 (PI2006) estima que los anuncios mediante Internet en los teléfonos móviles podría alcanzar a 200 millones de usuarios en África.
"Ese continente se afianza como un mercado emergente y poco saturado en el que invertir", asegura Marian Burgos, gerente de PI2006. "La difícil situación en los mercados occidentales ha propiciado el uso de la publicidad a través de (teléfono) móvil en estos países, donde un elevado número de empresas la emplean para la promoción y desarrollo de increíbles volúmenes de negocio".
Tal visión instrumental de la red de redes, continúa retrasando el cambio social de las nuevas tecnologías como herramientas de comunicación de valores.
Así se acentúa una nueva dependencia y subordinación técnica entre millones de seres que nunca han visto un computador y los de un Primer Mundo que pueden darle la vuelta al planeta con tan solo un click.
No hay comentarios:
Publicar un comentario