jueves, 11 de noviembre de 2010

Juan José Ayuso y el 2 de mayo

Juan José Ayuso y el 2 de mayo
Luis Manuel Brito Ureña
En octubre pasado fue puesto en circulación el libro “Historia pendiente: Moca, 2 de mayo de 1861”, del comunicador, poeta y escritor Juan José Ayuso.

La obra contiene referencias documentales de diversos autores sobre ese acontecimiento histórico que tuvo como causa la proclamación de la anexión de nuestro país a España. Su consecuencia inmediata, fue el fusilamiento de José Contreras, Cayetano Germosén, José María Rodríguez y José Inocencio Reyes; hecho cruel que fue condenado hasta por las propias autoridades españolas, pues no se les concedió apelación ni gracia alguna, y en un momento como ese en el que “la anexión debía rodearse de benignidad”.

El libro incluye los testamentos de José Contreras y José María Rodríguez, cedidos por el Dr. Rubén Lulo Gitte, quien conserva el original, y en donde ellos disponen de sus haberes, reconocen sus deudas y determinan el cumplimiento de éstas, en abierto gesto de honorabilidad,  a pocas horas de morir.

De acuerdo a la sentencia emitida por el Consejo de Guerra Especial, formalizado después que Pedro Santana acudió a sofocar la rebelión, la mayoría de los condenados eran labriegos, y algunos militares.

Ayuso exalta las virtudes de esos héroes, y llama a mantener y acrecentar la veneración y respeto hacia los que como ellos “son depositarios de una gloria legítima, inexpugnable, que no tiene que temer, como las falsas divinidades patrias, a los demoledores sacudimientos del simbólico altar”.

Del mismo modo, el escritor resalta que Ulises Heureaux se opuso “a que se insistiera en la depuración y el análisis históricos, que era tanto como sacudir el altar simbólico sobre el que, con ribetes de santidad, descansa la muy relativa pureza de muchos de nuestros primitivos libertadores”.

Y en ese sentido, cita el caso de Francisco Antonio Salcedo -que no fue el único- quien después de convertirse en el héroe de la batalla de Beler, se puso del lado español en la acción del 2 de mayo, incurriendo en lo que Ayuso llama “suicidio político”.

Me he preguntado el por qué del título. Y he pensado que quizás se deba a que hay muchas cosas pendientes de decir y aclarar en torno a la gente del 2 de mayo, y probablemente, de otras gestas patrióticas, donde se han “colado” cimarrones por mansos, y donde aparece una que otra mentirilla que se ha ido difundiendo a través de los años. Tal es el caso, alega Ayuso, de que no hay confirmación de la ceguera de José Contreras aquel día memorable para la patria; y que la población de Moca no podía ser de raza blanca, sino que habría un pequeño grupo de blancos -miembros de la clase dominante-, y una mayoría de mestizos y negros. 

Otra de las conclusiones de esta obra sobre la historia mocana, escrita por un cibaeño de alto vuelo, es establecer que aunque la motivación racial fue importante en ese hecho, la principal fue de orden económico y político, porque “la anexión amenazaba con una España que mantenía el feudalismo y la esclavitud en Cuba y Puerto Rico…”.

drbritou@hotmail.com

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