Roberto Micheletti, actual presidente de Honduras
TEGUCIGALPA, Honduras.- El Gobierno de Honduras instaurado el domingo por el Parlamento tras ser depuesto el presidente Manuel Zelaya respondió este lunes a El Salvador, Guatemala y Nicaragua que si le cierran las fronteras comerciales, responderá de igual manera.
Así lo dijo a Efe el secretario de Relaciones Exteriores, Enrique Ortez, juramentado hoy por el nuevo mandatario hondureño, Roberto Micheletti, designado el domingo por el Parlamento.
"Si los vecinos nos cierran las fronteras, nosotros también vamos a cerrar la nuestras", indicó Ortez.
Agregó que mañana girará instrucciones para que Honduras adopte medidas de "reciprocidad" ante la decisión que han tomado Nicaragua, El Salvador y Guatemala, cuyos gobernantes anunciaron hoy en Managua el cierre de las fronteras al comercio terrestre con Honduras durante 48 horas.
La medida de presión, que además incluye la suspensión de préstamos a Honduras por parte del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), fue tomada en busca de que el depuesto jefe de Estado Manuel Zelaya sea restituido en el cargo.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quien hizo el anuncio, dijo que la disposición fue respaldada por sus homólogos de El Salvador, Mauricio Funes, y de Guatemala, Álvaro Colom.
"Todo esto es porque estamos librando una batalla por la democracia desde Managua, en medio del drama en Honduras, ya que sabemos que hay represión en contra del pueblo hondureño que protesta contra el golpe", dijo Ortega.
Las nuevas autoridades de Honduras "jurídicamente somos un Gobierno de leyes", enfatizó Ortez, quien destacó que si algún vecino toma represalias, "se le responde de la misma manera".
El diplomático, que ha sido embajador de Honduras en Naciones Unidas y Francia, y presidente del BCIE, también indicó que este organismo financiero regional no puede suspenderle los préstamos a ninguno de sus países socios fundadores (en 1960).
Además, restó importancia a los incidentes violentos que se registraron hoy en las afueras de la Casa Presidencial entre manifestantes seguidores de Zelaya y la Policía, que dejaron una veintena de lesionados.
Dijo que fueron "unos pocos revoltosos pagados por Manuel Zelaya" y que el Gobierno de Micheletti no ha comentado nada de lo ocurrido "por prudencia".
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