Teherán, 22 jun (EFE).- El cuerpo de elite de los Guardianes de la Revolución ha advertido que "se empleará a fondo" para evitar las protestas de la oposición iraní y el homenaje previsto para hoy a los víctimas de los enfrentamientos que han sacudido Irán tras el anuncio de los resultados electorales.
En un comunicado divulgado a través de su página web, el citado cuerpo advierte a los manifestantes de que se preparen para "hacer frente a una dura respuesta de la Guardia Revolucionaria, de los (milicianos islámicos) Basij y de otras fuerzas" si prosiguen con su intención de tomar las calles.
Los Guardianes de la Revolución es un cuerpo de elite que depende directamente del líder supremo de la Revolución, ayatolá Ali Jameneí, y que cuenta con los mejores medios e instrumentos de defensa del país.
La máxima autoridad de Irán ya advirtió el viernes pasado a la oposición de que pusiera fin de forma inmediata a las protestas y alertó a sus líderes de que serían los responsables si se producía "un baño de sangre".
Aún así, la oposición iraní anunció que tiene previsto marchar hoy de nuevo en protesta por el resultado de las elecciones presidenciales del pasado 12 de junio, que considerada fraudulentos.
Fuentes de la oposición indicaron a Efe que la concentración tendrá lugar a las 16:00 horas local (13:30 GMT) en la plaza de Haft-e Tir, en el centro norte de la capital, y se desplazará hacia el norte a través de la avenida Valy-e Asr, la más larga de Teherán.
Además, se ha pedido a la población que una hora después encienda luces y velas en recuerdo de las víctimas de los enfrentamientos, incluida Neda, la joven asesinada a tiros el pasado sábado que se ha convertido en símbolo de la protesta después de que las imágenes de su muerte se hayan difundido en internet.
Irán es escenario desde hace más de una semana de manifestaciones y violentos enfrentamientos, que estallaron tras conocerse la victoria electoral, por una sorprendente mayoría absoluta, del presidente Mahmud Ahmadineyad.
El régimen iraní ha acusado a Estados Unidos y el Reino Unido de interferir en los asuntos internos de Irán y de fomentar los disturbios.
Teherán está tomado por efectivos de las fuerzas antidisturbios, la Policía secreta y los milicianos islámicos "basij" desde que el pasado martes las autoridades consideraran "ilegales" las marchas de la oposición.
Los basij, que tienen una gran capacidad de movilización, pero no están armados más que con porras y en ocasiones con pistolas de pequeño calibre.
La Policía iraní detuvo a 457 personas el pasado sábado en Teherán durante la represión de una marcha de protesta contra los resultados electorales, que la oposición considera fraudulentos.
El sábado, los Basij y la policía se emplearon con especial violencia para reprimir a miles de manifestantes que trataron de marchar en el sur de la ciudad.
Los agentes utilizaron gases lacrimógenos y chorros de agua, además de disparar al aire para dispersar a los congregados. EFE
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