miércoles, 11 de noviembre de 2009

Es indispensable el uso de saco y corbata

Por : Luis Manuel Brito Ureña

En la fiesta de re-inauguración del Club Recreativo de Moca pude compartir mesa con mi familia y con el amigo José Gel, profesor de la UASD y ex dirigente de la Federación Mocana de Clubes Socioculturales (Femoclusoc).

Mientras escuchábamos la orquesta del maestro Papa Molina, José expresó que este ambiente le recordaba La Piscina Bar Restaurant, que era el lugar donde se celebraban las mejores fiestas bailables en los años 70 con las mejores orquestas del país.

Para convocar a las fiestas de “caché”, las guagüitas anunciadoras salían por el pueblo a anunciar el evento del momento, y se advertía a los interesados en asistir que “es indispensable el uso de saco y corbata”, lo que a todas luces se entendía como una forma de adecentar la cosa y en cierto modo de alejar al tigueraje, para que todo resultara mejor.

Como para entonces la presencia de carros era muy escasa, uno veía a los grupos de “teenagers” con su saquito colgando del brazo izquierdo, cruzando a pie desde todos los sitios hasta el lugar de La Piscina, que quedaba muy alejado del centro del pueblo.

Esa importante pieza de vestir por lo regular era de color negro, acompañada de una corbata blanca y delgada, a veces llamada también “chalina”, y unos buenos zapatos también negros, y los que no la tenían, debían alquilarla o tomarla prestada.

Creo no equivocarme si digo que en esas circunstancias fue que se originó la anécdota sucedida a Juan El Pollo, que quedó plasmada en el merengue “El Limpiabotas” interpretado por Musiquito, que en sus letras dice: “Un señor con su chalina y tenis/se pasea por el parque/a las cuatro de la tarde/un limpiabotas le preguntó a él/Señor, va a limpiar?/no señor, estúpido/tú no ves que son los tenis…”.

Cuando estaba de moda “El Secuestro” con la orquesta de Félix del Rosario, éste vino a La Piscina, y un grupo de mozalbetes nos escapamos por la alambrada para disfrutar de esa música.

Cuando regresábamos a la casa, contagiados de ese alegre merengue, con el protagonismo de Damasito García, ex pelotero de Grandes Ligas, improvisamos unas letras que describían con sus respectivos oficios a ciertos personajes del barrio Los Mangos: El Moreno, carbonero; Chepe, fabricante de panecicos o chulitos; Bulico y sus letrinas.

Y con el fondo musical del mencionado merengue, esto fue lo que resultó: Secuestraron al Moreno Para Los Mangos es un desastre Y Chepe quiere saber Qué piden por el rescate. Piden un saco e’ carbón Y una bandeja e´ panecicos Y que Los Mangos amanezcan chupando De la mierda de Bulico. *******

Nota 1: En la fiesta del Club Recreativo, nuestro mocano Papa Molina, con una orquesta fundada hará ya unos 60 años, lució indetenible, dirigiendo a sus músicos y marcando sus pasitos de merengue con la cantante de la orquesta, con ese entusiasmo vibrante y contagiante.

Nota 2: El Club, fundado a finales del siglo XIX, se ha democratizado, en el sentido de que ya está más abierto al público, dentro del marco de las reglas. Hubo buena asistencia en las dos actividades gratuitas realizadas: la inauguración, con la presencia del Presidente de la República, y la fiesta bailable.

Sin embargo, noté cierta reticencia en la participación del pueblo en general, lo que estimo se debe quizás a la existencia aún de cierto prurito social, por lo que estimo que sus dirigentes deben seguir trabajando ese factor, para que muchos más se integren a las actividades de esa institución que en el pasado se ganó el mote de “el club de los ricos”.




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