NUEVA YORK._ La recién liberada ex rehén y ex candidata a la presidencia de Colombia Ingrid Bentacourt aseguró ayer domingo en una entrevista con la BCC de Londres que tras su liberación y por el momento, no buscará correr a la presidencia de su país y dijo no oponerse a las aspiraciones del presidente Alvaro Uribe Vélez de reelegirse por tercera vez, aunque sostuvo que es al pueblo colombiano al que le corresponde esa decisión.
Bentacourt quien en la entrevista se definió como “izquierdista de corazón”, aclaró que entre ella y el primer mandatario colombiano, “hay diferencias abismales”, sobre todo en cuanto al aspecto de manejar el conflicto con el las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de las cuales fue prisionera durante siete años.
Dijo que no sólo desde la presidencia se puede ayudar a la gente necesitada, pero descartó que pueda aceptar algún nombramiento ministerial en el gobierno de Uribe.
Aunque recientes encuestas la ubican como una de las figuras políticas de más popularidad en Colombia, aclaró que eso no es un estímulo para que ella aspire a la presidencia de la república. “Eso es un estímulo para servir a la que gente que necesita que otros hablen por ellos y de alguna manera me molesta que se me toque el tema de si aspiro o no a la presidencia”.
Señaló que si se lanza ahora, se vería como que salió de su cautiverio con ansias de conquistar la presidencia. “Y no es así”. Al reconocer que el mayor honor para un político es alcanzar la presidencia, se definió como “una política diferente, creo que una pueda ayudar de otra manera, hay otros sitios y otros espacios desde donde se puede colaborar”.
Manifestó que su cautiverio sirvió para algo muy importante y es el cambio de actitud que aprecia ahora en los colombianos, quienes se están movilizando desde hace algún tiempo contra las guerrillas de las FARC. “Pienso que los colombianos han dejado la indiferencia y son más tolerantes, nosotros desde el cautiverio con nuestro dolor y el ejemplo, ayudamos a cambiar la actitud”.
Bentacourt dijo que los espacios se tienen que esperar. “Si veo en algún momento que es bueno para Colombia, lo analizo, pero ahora, no veo la necesidad de estar peleándome a codos con los otros aspirantes a la presidencia”.
Al hacer una evaluación sobre la gestión de Uribe sostuvo que lo está haciendo bien, “pero no es el único que lo puede hacer. Hay otros que podrían hacerlo”.
La BBC le preguntó si piensa formar un partido político y respondió que tiene una responsabilidad con muchas personas que la han apoyado en Colombia. “En este momento hay espacio para eso porque algunos partidos están en desequilibrio y a otros la mitad de sus gentes se les han ido”.
Pero prefiere esperar a que cambie el panorama y a que se abran espacios adecuados y en el momento preciso en relación a ella.
En caso de que aspire a la presidencia, habría que cambiar la constitución para establecer la “doble” nacionalidad de los colombianos o Bentacourt tendría que renunciar a la ciudadanía francesa de la que asegura sentirse muy orgullosa.
La ex prisionera de la guerrilla presuntamente liberada en medio de un “impecable rescate” del ejército regular de Colombia la semana pasada indicó a la BBC que uno de los graves errores de Uribe es el de creer que por la fuerza va a liquidar a la guerrilla, aunque estimó que la guerrilla no tiene tampoco ninguna posibilidad en cuanto a la opción militar con la que pretende llegar al poder.
Destacó el papel jugado por el presidente venezolano Hugo Chávez Frías para la liberación de otros rehenes en cuyo grupo no estuvo ella y exhortó a éste, a Uribe y a Rafael Correa de Ecuador a entender que estamos en tiempos en los que la democracia debe imponerse por encima de cualquier otra consideración.
Criticando la actitud de Uribe contra Chávez en un momento en que aseguró, se estuvo a punto de conseguir su libertad, dijo que el presidente de Colombia demostró en ese momento que no le importaban las vidas de los rehenes.
Acusó a los jefes de las FARC de vivir como “jeques” sin importarles las condiciones de vida de la mayoría de los miembros de la insurgencia. Dijo que los rebeldes mantienen una cruel explotación cruel contra cientos de niños y niñas a los que obligan incluso a trabajar.
“A ellos no les gusta que se lo digan, pero fui testigo de que el dinero que recauda la FARC proviene del narcotráfico internacional y de los secuestros, eso lo viví mientras estuve obligada a andar con ellos por las zonas cocaleras de Colombia”, explicó Bentacourt.
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