jueves, 24 de febrero de 2011

Ya Juan López no es virgen

Luis Manuel Brito Ureña

La frase que primero llamó mi atención en el encuentro comunitario celebrado con las autoridades de la Provincia en el Club Narciso González de Juan López el 7 de febrero pasado fue la pronunciada de manera insistente por el Prof. Ramiro del Liceo de allí: “Todo el mundo lo sabe!”.
Él, al igual que otros participantes, se refirió con fortaleza al auge cada vez mayor de la distribución y consumo de drogas, de la prostitución, de los atracos, y otros tantos lastres sociales. Y lo peor del caso es que todo el mundo lo sabe, y nadie, o muy pocos, se atreven a denunciarlo. Y ahí es que está el mayor peligro, porque cuando la sociedad se amedrenta, es muy poco lo que en sentido positivo se puede conseguir.
La actividad fue promovida por el señor representante de la Junta Distrital Eriberto Grullón y por Fidencio Bencosme, en nombre de diversas instituciones de la comunidad, que están muy preocupadas por las cosas que en los últimos tiempos nos están afectando, y que no debemos ignorar ni mucho menos dejar pasar.
La otra frase que más me atrajo fue pronunciada por la Sra. Dinorah Escobosa, mujer que suele mostrar la valentía que muchos otros no muestran a la hora de defender a su gente: “Ya Juan López no es virgen; nos lo violaron”, como queriendo decir que esa tranquilidad de unos años atrás, ya se ha ido a casa del carajo.
Pero esa pérdida de la virginidad, lamentablemente, no es asunto sólo de Juan López, sino de toda la provincia, de todo el país, que se siente impotente y asombrado por tal estado de cosas, y por eso se ha visto en la necesidad de acudir ante sus autoridades para buscar la protección que por sí mismos no pueden encontrar, y que incluso a veces no se atreven a denunciar aunque todo el mundo lo sepa.
Es que el terror que nos inculcan los delincuentes, nos ata, nos paraliza, nos vuelve nada. Y éste es el mayor peligro. Y no es para menos, porque la delincuencia, con frecuencia se arropa con las sábanas de quienes están en el deber de protegernos. Ya no podemos exhibir al mundo nuestra acostumbrada bonanza en el trato, pues ya desconfiamos hasta de los más ingenuos que a nuestro lado se detienen. La deshumanización nos ha ido consumiendo.
Sólo había visto al Coronel Bello de la P. N. en los medios de comunicación mocanos. Pero ese día habló con tanta vehemencia que llegué a convencerme de que todavía en ese cuerpo del orden existen hombres de pelo en el pecho y con bigotes bien puestos y bien cotizados. Y si sus palabras van acorde con los hechos, creo que a este hombre hay que apoyarlo hasta las últimas consecuencias.
Quizás así, volveremos a comportarnos como vírgenes.
drbritou@hotmail.com

1 comentario:

Elis Comprés dijo...

Hola Luís, que bueno saber de ti. Y que bueno saber lo preocupado que siempre está con todo lo relacionado con tu adorada provincia Espaillat.

La realidad que aborda en el presente email me sorprende, quizás porque no sabía que el mal de narco-consumo había llegado a mi añorado Juan López. Esta realidad, al igual que otras que ha venido narrando en tus escritos, es el resultado de la irresponsabilidad social de los gobiernos que hemos tenido en las últimas décadas. Es un problema que se ha gestado en el pasado y que está teniendo su mayor desarrollo en el momento actual. La corrupción, La impunidad, la complicidad estatal, la falta de respuestas a la solución de los problemas sociales. La irresponsable actitud de derroche de los dineros del Estado propicia el estado actual de cosas en que se encuentra la sociedad dominicana en sentido general, y Juan López no es la excepción.

Actualmente no se avizora una solución en el corto o mediano plazo a esta lamentable realidad que describe en la comunidad de Juan López. La misma tiene que ser encarada de una manera sistémica, toda vez que son muchos los actores que tienen que ponerse de acuerdo y muchas las causas que deben de enfrentarse con un plan de acción conjunto.

•Lo primero que entiendo se debe hacer, ya se hizo: Reconocer la problemática.



•Lo segundo hacer un diagnostico de la situación,