miércoles, 2 de febrero de 2011

A MI DISCIPULO Y COMPAÑERO DE ESTUDIOS DR. RHADAMÉS RODRIGUEZ

Por:Luis M. Brito U
El Dr. Rodríguez se quejó en las páginas del blog 
myjuanlopez.com porque no pusieron su nombre en una fotografía de los años 30 de la Escuela de Juan López (cuando ninguno de nosotros habíamos nacido), y se refirió al respeto al derecho de autor. Al mencionar a “Juan López: ayer y hoy”, dijo que por el aporte de esa foto no le cobró nada a Fidencio Bencosme, “como lo hizo Luis Brito por haber organizado dicho libro”, expresión que la he considerado un tanto aviesa.

No nací en Juan López, pero me siento ser de allí tanto como el que más. Y fue por eso que, inmediatamente el compadre Fidencio me habló de su proyecto, accedí sin dilación. Él mismo puede atestiguar que en nuestro tercer encuentro me puso entre la espada y la pared para solicitarme algo en lo que yo en ningún momento había pensado: el cobrar por mi trabajo. Y no me quedó más remedio que sugerirle una suma, para salir del paso, y la cual me pagó a su debido tiempo. Pero con el mayor placer lo hubiese hecho sin exigir dinero alguno.


No obstante, si cobré, lo hice en base a un trabajo de calidad, excelente; siempre pensando en la colaboración a favor de esa comunidad que tanto estimo.

Si me hubiesen pagado un chele por cada página que he escrito y publicado desde mi adolescencia, ya hubiese tenido con qué hacer una casa en Juan López, de la cual probablemente no podré disfrutar en muchos años todavía. Porque esta profesión es muy distinta a la de otros profesionales, que al mismo tiempo que gozan su inclinación vocacional, también reciben una adecuada suma de dinero.

Yo no cobré para ORGANIZAR un libro. Yo colaboré ampliamente para darle un libro a Juan López. Porque yo soy un profesional de la escritura, que no fue a la universidad a pasear ni a buscar un título, sino a aprender, para luego enseñar. Y que todos los días sigue cultivando su mente en cosas positivas y productivas. Y he estado leyendo y escribiendo, siempre para el bien.

Si hay algo de lo que tengo que sentirme orgulloso, y dejo atrás mi reconocida humildad, es de saber que yo sé escribir, y de que toda mi vida he sido un capaz y buen maestro, que empezó su labor sustituyendo profesores en el Liceo Secundario de Moca. 

Me lleno de orgullo al saber que después que la UASD publicó mi libro, he figurado en la bibliografía de unos 15 libros más cuya temática es el merengue y/o la bachata, a pesar de que un periodista muy famoso, de manera despectiva expresó que “Aquí se ha escrito mucho del merengue”, cuando en 1984 fui al periódico La Noticia a enseñarle mi tesis al amigo José Rafael Vargas. Y 20 años después, ese colega de Vargas también escribió sobre el merengue.

En nuestra búsqueda de información y datos para el libro sobre Juan López, conseguimos decenas de fotos tan buenas y originales como la de la Escuela, sin que los colaboradores exigieran ABSOLUTAMENTE NADA.

El Dr. Rodríguez es el autor de los libros “Imágenes de la Mocanidad” y “Moca en Poemas y Canciones”, en los que desinteresadamente participé en la corrección. Y lo hice para colaborar con un inquieto amigo, como es él. Los que se dedican a ese oficio, no cobran menos de 100 pesos por cada página corregida. Y  es precisamente por lo mencionado en el primer párrafo que me he atrevido a violar el principio bíblico que dice “Que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda”.

Yo no ando aviesamente buscándome conflictos con nadie, y mucho menos por pequeñeces. El tiempo, es algo demasiado importante para estarlo gastando en menudencias insípidas e improductivas. Con los años que me quedan por vivir, quiero hacer buen uso de ellos, viviendo en paz, escribiendo, leyendo, escuchando música, disfrutando de la naturaleza y la compañía de los verdaderos amigos y parientes; que de eso no hay mejor riqueza. La vida tiene muchas cosas buenas para disfrutarlas, y aunque no estoy exento de caer en conflictos, si lo llego a hacer, lo haría por cosas con verdadera trascendencia e importancia. Hay personas que son tan conflictivas, que tienen conflictos hasta consigo mismos. Soy humilde para las cosas grandes, pero gigante para las cosas pequeñas.

Simpatizo mucho por la fundación Patria Mía, porque he visto y palpado muy de cerca los frutos que ofrece a su comunidad de Juan López, y más allá. Ese mismo sentimiento me gustaría tenerlo también por la Fundación Pro Desarrollo de Guaucí.

Consumatum est.

Luis Manuel Brito Ureña

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