SANTO DOMINGO.- Los ex ejecutivos del Banco Nacional de Crédito (Bancrédito), Manuel Arturo Pellerano y Felipe Mendoza, fueron ingresados ayer a la cárcel Modelo de Najayo, en San Cristóbal, para comenzar a cumplir su condena de ocho años de prisión.
Pellerano y Mendoza fueron recibidos por el alcalde de la cárcel de Najayo, Garibaldi Alberto Castillo, quien de inmediato le dio entrada a la 1:45 de la tarde en el libro de registro, en cumplimiento de la orden de prisión dictada por el juez de la ejecución de la Pena del Distrito Nacional, Saulo Isabel Díaz.
Ambos ejecutivos fueron trasladados a la cárcel bajo estrictas medidas de seguridad, seguidos por familiares, amigos y allegados, luego de pasar más de dos horas en el despacho del juez de la ejecución de la pena. Pellerano y Mendoza fueron sacados del despacho del juez a la 1:10 de la tarde y conducidos hacia Najayo dos minutos más tarde.
Fueron trasladados en una yipeta blanca, sin placa, escoltada por dos patrullas de la Policía y otras tres yipetas en las que viajaban familiares y allegados de los detenidos.
Pellerano dijo que es la primera persona condenada sin tener acusadores y volvió a proclamar que es inocente. “Yo le pregunto a ustedes, ¿a quién tengo yo de acusadores? Que diga el público. Soy el primer preso que va a caer en este país sin tener quién lo acuse”, añadió.
“Camino hacia el paredón moral con la frente en alto; no doblegarán mi dignidad, ni la de mi familia. Mi angustia es por esta sociedad, que merece mejor suerte y que debe ser liberada de tantos supuestos mesías y simuladores”, expresó en un documento distribuido por sus abogados Fernando Langa y Tulio Collado.
Pellerano dijo que con él se ha cometido un “vulgar atropello” y que va a prisión por un caso que no existe, ya que sólo hay una acusación del Banco Central que todavía no ha empezado a ser conocida en los tribunales y sobre la que no se le ha permitido defenderse.
Afirmó que hay una doble persecución sobre los mismos hechos y que la Suprema Corte de Justicia lo sabe, pero refrenda esa ignominia.
“La venta de la imparcialidad de la justicia rueda por el suelo. Su balanza se ha roto. En su lugar está surgiendo el populismo judicial, el terror bajo la forma de toga y bata negra, apoderado de instintos primarios”, indicó.
Insistió en proclamar su inocencia y dijo estar seguro de que muchos “verán con morbo la desgracia que hoy aflige a la familia de Felipe Mendoza como la mía. Sin embargo, invito a una reflexión serena sobre lo que está ocurriendo en las instancias llamadas a proteger los derechos elementales de los ciudadanos”, precisó.
“Ruego al señor que permita que, algún día, mi nombre pueda ser reivindicado, para lavar esa mancha que no es mía; mientras tanto, haré lo sobrehumano para no albergar rencor y para perdonar a los que tanto daño me hacen”, expresa.
Al referirse al desinterés de la Procuraduría General de la República de seguir el caso en casación, Pellerano subraya que “conmigo se comete un vulgar atropello; he sido condenado sin que haya acusadores ni pruebas, sin interés del ministerio público en el caso”.
EL JUEZEl juez de la ejecución de la pena del Distrito Nacional explicó que la sanción penal impuesta a los condenados, quienes fueron despachados a la prisión con el auto de ingreso número 385 del 2008, se cumple el 27 de noviembre del 2016.
Díaz explicó que Pellerano y Mendoza llegaron escoltados hasta el Palacio de Justicia por razones de seguridad, pero que ambos se habían entregado voluntariamente.