SANTO DOMINGO.- A los problemas que registra la República Dominicana con los proyectos turístico-inmobiliarios Cap Cana y Guabaverry Country Club se ha unido otro: el de la Falconbdridge Dominicana, que ha comenzado a despedir empleados por la baja del precio del níquel en el mercado internacional.
Aunque no se ha precisado públicamente cuántos empleados de la Falcombridge han quedado cesantes, fuentes de la empresa dijeron que la situación se debe a que ésta se ha visto obligada a reducir sus operaciones en los últimos dias a la espera de mejores precios del mineral, que ella extrae de las lomas de Bonao.
El presidente Leonel Fernández admitió ayer que la gravedad del problema y dijo que ello es una primera consecuencia de la crisis financiera global, que comienza a impactar a República Dominicana.
El Mandatario habló en La Romana en la fase final del seminario regional que durante dos días sesionó en Casa de Campo, en La Romana, para abordar el impacto de la crisis financiera y en el que participaron su colega de Honduras, Manuel Zelaya; y la primera ministra de Haití, Michelle Pierre-Louis, así como economistas y representantes de organismos internacionales.
También en las zonas francas
Según Fernández, otro impacto significativo comenzará a sentirse en el sector de las zonas francas, uno de los que mayor número de empleos genera en el país, en vista de que la demanda de productos desde el mercado de los Estados Unidos ha comenzado a reducirse, por lo que también deberá esperarse que haya despidos en esa área.
Expresó su indignación por el desencadenamiento de una crisis financiera en los Estados Unidos que, según dijo, había sido prevista, y básicamente tiene su origen en una crisis de valores éticos.
“En el fondo, la crisis que estamos viviendo lo que refleja es una profunda crisis de valores éticos, en el fondo es un problema moral”, recalcó Fernández.
Manifestó que la crisis se originó por la ausencia de regulación de los mercados financieros, de supervisión, de la falta de utilización de normas de contabilidad universalmente válidas y por firmas de auditorías y agencias calificadoras de riesgos que fueron cómplices de fraudes de manipulación y de malas prácticas.
“Es una podredumbre en el sistema”, agregó.
Dijo, sin embargo, que algo optimista es que los expertos entienden que en el año 2009, que vaticinan como “muy duro”, la crisis comience a ceder para ser superada en el siguiente 2010.
Planteó la necesidad de una nueva arquitectura financiera y dijo que si algo de positivo se tiene en este marco es que organismos como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el BID están anunciando mecanismos de financiamiento a los países de economías emergentes bajo nuevas condicionalidades.
Otros impactos de la crisis
En estos momentos la opinión pública dominicana está sacudida por la noticia de una crisis en Cap Cana, un gigantesco proyecto inmobiliario-turístico de 30 mil acres ubicado en la zona de Punta Cana y cuyos promotores son empresarios privados dominicanos.
La revista inglesa The Economics reveló que esa crisis se debe a que el flujo de liquidez se ha "secado" a esos promotores.
Estimó en US$1,000 millones (US$1 billón) el costo global de Cap Cana, un complejo de 5,000 residencias, hoteles de lujo, campos de golf, tiendas y restaurantes y en donde el precio mínimo de hogares de descanso comienza desde US$895,000.
Explicó que el complejo estaría listo en 12 y 15 años financiado mediante una deuda de US$250 millones desde 2006 hasta el 2013 asi como por un préstamo puente de US$100 millones de los bancos Morgan Stanley y Deustche, que serían compensados con un enlace de US$500 millones previsto para final de 2007.
Cap Cana, además, confiaba en que lograría un crédito de US$250 millones de Lehman Brothers este año pero ese banco cayó en ruina el pasado septiembre en medio de la crisis financiera en EEUU, lo que llevó a los propietarios del proyecto a despedir 1,200 empleados en República Dominicana y suspender la construcción hasta lograr un nuevo financiamiento.
Agrega que el Banco de Reservas prestó US$147 millones para amortizar la hipoteca de los créditos y otros bancos privados pudieron también haber ampliado el financiamiento.
También se ha informado que propiedades inmobiliarias del proyecto turístico Guavaberry Golf Club, S.A., valoradas en unos US$16 millones serán subastadas el próximo 9 de diciembre luego que fueran embargadas por el Republic Bank, entidad financiera con la que los propietarios del proyecto, ubicado en San Pedro de Macorís, tienen una deuda que no pueden pagar.
La decisión afecta no sólo a Guavaberry sino también a las sociedades comerciales Jero Inmobiliaria y Fairway Global Corp., las cuales fungieron como fiadores solidarios, indicó el periódico Listín Diario.
La subasta se hará por disposición de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de San Pedro de Macorís, de acuerdo con un aviso publicado el pasado jueves en el periódico El Nuevo Diario.
Las propiedades inmobiliarias de Guavaberry embargadas y sometidas a subasta están ubicadas en la zona turística de Juan Dolio. Se trata de al menos 98 parcelas que les fueron embargadas a las sociedades Guavaberry, Jero y Fairway.
El embargo inmobiliario se hizo efectivo en agosto de este año, justo en momentos en que diversas empresas se han visto limitadas a realizar sus pagos de deudas con determinadas entidades financieras a causa de las elevadas tasas de interés.
El proyecto de turismo inmobiliario de Guavaberry se perfilaba como uno de los más atractivos de la zona de Juan Dolio, en la costa este del país.
Los bienes fueron embargados por el Republic DR, S.A, (anteriormente banco múltiple Republic Bank), una entidad de capital de Trinidad y Tobago, que recientemente se retiró del país luego que vendiera sus principales carteras al Banco BHD.