Ø “Por eso Nikay Bioproceso es un
milagro, un producto del esfuerzo; luchando contra el Estado –con raras
excepciones-, luchando contra gentes que sin uno hacerle nada, no sé por qué
quieren hacer daños…luchando contra todos, señores, hemos llegado hasta aquí”,
subrayó el licenciado Aybar.
SAN CRISTÓBAL.-La
existencia y sostenibilidad de Nikay Bioproceso ha sido producto del esfuerzo
y de la fe de sus iniciadores, y a pesar de algunas limitaciones
encontradas en instituciones del Estado, “con raras excepciones” de aquellas
que les han respaldado en su empeño por lograr su crecimiento, afirmó el
empresario e investigador, licenciado César Aybar, en el acto de inauguración
de las nuevas instalaciones de esta empresa en el parque industrial PISAN, de
aquí de San Cristóbal.
La empresa fue constituida legalmente el 15 de octubre del 2005 y coloca su
producción en mercados de Puerto Rico, Nueva York, Miami y Haití,
mientras perfila penetrar entre consumidores de Colombia y países asiáticos
como Taiwán y Japón.
Aybar citó al sector eléctrico, los impuestos, servicios aduanales y
trámites de registros entre las limitantes que afectan el surgimiento y
fortalecimiento de la pequeña empresa de innovación en el país. Sostuvo que
Nikay Bioproceso, sin embargo, encontró apoyo en instituciones como el
Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI), el Centro de
Exportación e Importación (CEI-RD) y de Proindustria, entre otros organismos,
así como del empresario privado Ignacio Méndez.
Aybar dijo que Nikay Bioproceso, que cumple siete años y que surge “casi de
la nada” como “una empresa del conocimiento”, ha tenido que sortear
dificultades propias de iniciativas como esta en un país donde todavía el
Estado no sopesa a profundidad el valor del conocimiento.
Hizo alusión para explicar la voluntad de crear esta empresa a la versión
bíblica de que según la expresión de Jesucristo, “si tuviere fe del tamaño de
una semilla de mostaza le dijeren a esa montaña quítate y échate al mar y la
montana lo haría”. El empresario narró que no sabría explicar cómo ocurrió el surgimiento
de este sueño empresarial, pero que si le preguntan diría: “¿tú crees en
milagros?, Nikay Bioproceso es un milagro porque no hay nada que se parezca más
a un milagro que Nikay Bioproceso”.
Señaló que esta compañía ha sido un milagro porque según dijo, no
podría explicar que ésta, “sin un chele ni para capital de trabajo ni
para nada” haya podido comenzar a operar y colocar valiosos productos como el
jengibre líquido, jarabes y concentrados de frutas en mercados nacionales y en
el extranjero.
Indicó que los economistas que saben de estas situaciones explican muy bien
que sin capital de trabajo no hay empresa que eche para adelante, pero que
según su entender, eso ocurre “si no hay fe” en los impulsores iniciales de los
proyectos.
“Por eso Nikay Bioproceso es un milagro, un producto del esfuerzo; luchando
contra el Estado –con raras excepciones-, luchando contra gentes que sin uno
hacerle nada, no sé por qué quieren hacer daños…luchando contra todos, señores,
hemos llegado hasta aquí”, subrayó el licenciado Aybar.
Manifestó que si ha persistido en el empeño de edificar esta empresa es por
la satisfacción que le produce trabajar convirtiendo conocimientos en productos
tangibles. Agregó que eso le da razón de sobra para evitar se le impida “hacer
algo que a mí me divierte y lo quiero hacer, pero que, por encima de que me
divierte, es algo que trae bienestar y desarrollo, ayuda a otros y es algo que
permite que otros tengan qué comer y tengan seguridad social”.
“Aparte de que nos divierte estamos dando un servicio que favorece a los
demás, con más razón para no darme por vencido”, enfatizó.
Aybar consideró que, además de la satisfacción que le causa este proyecto
empresarial que lo impulsa a no darse por vencido, tiene la convicción de que
esta iniciativa impulsa servicios que favorecen a otras personas, razón
por la cual –insistió- “Nikay Bioproceso es un milagro y es una realidad”. El
investigador y empresario agradeció a todas las personas e instituciones que a
lo largo de estos siete años han apoyado y continúan respaldando esta
iniciativa, así como a los medios de comunicación que dijo han sido parte de
este proceso de crecimiento de Nikay Bioproceso.
En la actividad estuvieron presentes, además, uno de los mentores de este
proyecto y actual viceministro de Educación Superior, Ciencia y
Tecnología (MESCYT), doctor Diógenes Aybar; la vicepresidenta y gerente de
Operaciones de Nikay Bioproceso, licenciada Katiuska Vicioso; y el
gerente de Proyectos Asociativos de Proindustria, José Miguel Checo, entre
otras personalidades y amigos.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de la vicepresidenta y
gerente de Operaciones, licenciada Katiuska Vicioso, mientras el representante
de Proindustria, José Miguel Checo, expuso sobre el apoyo que han ofrecido las
autoridades a este tipo de iniciativa.
En tanto, el viceministro de Educación Superior, doctor Diógenes Aybar,
expuso sobre “Cómo influye la ciencia y la tecnología en el surgimiento de la
industria de alimentos: caso Nikay Bioproceso”, luego el presidente de la
empresa, licenciado César Aybar, pronunció el discurso central del acto de
inauguración de las nuevas instalaciones del agronegocio.
La bendición estuvo a cargo del Pastor Miguel Ángel Ortiz, luego de lo cual
se procedió al corte de cinta, el recorrido por las nuevas instalaciones de
Nikay Bioproceso y se ofreció un brindis.
Al intervenir en el acto de inauguración el licenciado Aybar explicó que
esta empresa, que operaba en el sector de Herrera, surgió casi de la “nada”
hace cerca de siete años con el jengibre líquido como producto principal.
Actualmente elabora, además, jarabes y concentrados naturales de frutas,
todos desarrollados mediante únicos y exigentes procesos biotecnológicos
surgidos de la inteligencia dominicana.
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