Palmera que fuiste terror de gigantes;
Que una vez fuiste la muerte agazapada.
¿No recuerdas aquel MAYO,
De titanes y calaveras andantes?
Fuiste su opresora;
También su levadura.
Palmera,
Aún eres Palmera;
Ya no frontera.
Por:Luis Manuel Brito Ureña
En 1931 fue fundado el Partido Dominicano, auspiciado por el presidente Trujillo. Los dominicanos mayores de edad tenían que portar con carácter obligatorio el carnet de ese partido, cuyo símbolo era una mata de palma. Por eso, popularmente se conoció ese documento con el nombre de “La Palmita”. Quien no lo tenía, pasaba muchos ratos amargos, y le era imposible acceder a puestos de trabajo y a otras tantas actividades de la vida diaria.
¡Ay de aquel ciudadano que en cualquier camino lo encontrasen sin llevar su palmita!
A la par, en las viviendas del país, había que colocar una placa que decía: “En esta casa Trujillo es el Jefe”.
Hace 50 años fue asesinado ese Jefe. El 30 de mayo debiera ser de mayor júbilo que muchos otros días declarados festivos. En 1981 escribí para el periódico El Nuevo Diario los versos que aparecen más arriba, en homenaje a esos héroes.
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