El abogado y profesor Luis Manuel Brito Ureña |
Por :Luis Manuel Brito Ureña
Después del triunfo del PRD, y luego de numerosos intentos por desconocer esta realidad, llegándose hasta presentar ante la Junta Electoral una Gaceta Oficial alterada, delito impune, y por el cual alguien debió haber sido procesado, a los reformistas no les quedó más remedio que aceptar el triunfo blanco y abandonar el Palacio Nacional, aunque se quedaron, gracias a sus patrañas, con una parte del poder de la nación. Cosa que no ha sido extraña a través de la historia de nuestras elecciones, y que en una ocasión hasta llegó a ser denunciado por su mismo representante ante la Junta Central Electoral, parece que disgustado con su líder o con su propio partido.
Quien presentó entonces la Gaceta Oficial alterada, fue un archi famoso abogado que actualmente defiende mucho la Constitución de la República, y que hasta ha sido llevado a Moca en los últimos tiempos para dictar conferencias, intentando dar lecciones de moralidad.
De manera humillante tuvieron que entregar el 16 de agosto de 1978. Fuimos testigos de esa gran algarabía. Previo al acto de toma de posesión, el día 15 se organizó en el Estadio Quisqueya una gran concentración para celebrar al son de merengues, interpretando la orquesta de Wilfrido Vargas:
Solo no se puede luchar
Juntos tendremos libertad
Todos los explotadores
Quieren que los dejemos
Para seguirse chupando
La sangre de nuestro pueblo.
Unidos como hermanos
Se las vamos a cobrar
Saben que el que la debe
La tendrá que pagar.
Yo no sé lo que piensan
Señores con nuestro pueblo
Que solamente un grupito
Para ellos quieren coger.
Mi pueblo lo que tenía
Era represión y hambre
Pero el 16 de agosto
Se marcharán los chupasangres.
Sepa usted,
Respetable Presidente
Que este pueblo
Lo llevó a Ud. al poder
Esperando que lo que haga
sea buscar con qué comer.
Para celebrar el triunfo el 16 de agosto, tal como lo dice el merengue de R. Díaz/Wilfrido "Jeremías", después de las madres llorar por sus hijos en prisión, la novia vestir de luto por su novio desaparecido, caer el estudiante baleado, y ver miseria por todos lados, y al campesino sin tierra trasladarse a la ciudad; el pueblo se tiró a la calle, al venir abajo lo que estaba arriba; hacían fiestas en cada esquina, los niños bailaban, los carros tocaban bocinas, la gente recogía la basura, pintaba los contenes, barría las aceras, sacaba las banderas.
Porque en ese entonces no sólo era el triunfo del PRD. Era el triunfo de un gran sector del pueblo que le había dicho basta ya a Balaguer, como antes se lo había dicho en las elecciones de 1962. Y mientras todo esto sucedía, Balaguer decía a sus reformistas que, como los moros ante el muro de Granada, o Jeremías ante la destrucción de Jerusalén, estaban llorando como niños lo que no pudieron defender como hombres, frase no original, sino tomada de textos literarios antiguos.
Yo le decía a mi país
Que eso venía por ahí.
El pueblo cantaba
La gente reía
Y otros van llorando
Como Jeremías.
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