Por : Luis
Manuel Brito Ureña
Con motivo del período en el
que, queriendo y sin querer, todos estamos metidos hasta los huesos, en los
próximos días estaremos enviando a los lectores, fragmentos relativos a la
política y el merengue, que aparecen en el libro “El Merengue y la Realidad
Existencial de los Dominicanos. Bachata y Nueva Canción”, publicado por la UASD
en la Feria del Libro de 1987, y reeditado en 1997.
En este país se habla de política todos los días. Los medios de
comunicación en general nos atosigan con lo mismo, aunque estemos a varios años
luz de las próximas elecciones. En la Universidad perdemos mucho tiempo en
reuniones para elegir a las autoridades, pero ese mismo tiempo no lo ganamos
cuando se trata de convocatorias a reuniones para hacer reformas curriculares.
Los
dominicanos, después que estuvimos tantos años sin poder abrir la boca, ahora
estamos que hablamos hasta por los codos. Y por desgracia, los gobernantes que
"nos gastamos", frecuentemente ni caso nos hacen. Tienen oídos
impermeables.
Es
el parecer de muchos que el meterse a la política es "lo que deja", y
es lógico en cierto modo este pensar, vistos ya los numerosos ejemplos de
personajes que estaban viviendo en la nada y luego han pasado a vivir en la
abundancia, mientras la mayoría de sus acólitos han permanecido en la misma
nada. La política, a aquéllos, les ha cambiado la camisa raída por un elegante
saco y corbata.
En
un país tan politizado, es natural que los merengues también reflejen fielmente
esa situación, de manera jocosa, o de manera un tanto más seria y cuestionante.
Porque el merengue, a través de los años, siempre ha reflejado nuestra
realidad.
Por
ejemplo, antes de 1978, cuando el Partido Revolucionario Dominicano y el
Partido Reformista eran los principales contendientes en la política criolla, y
la mayoría de los dominicanos estábamos hartos de Balaguer, Luisito Martí
interpretaba "El Mudo", a quien se le preguntaba que por quién
iba a votar en las elecciones, y él, un tanto temeroso, respondía evasivamente,
pero notándose claramente en la interpretación que quería decir PRD:
Yo malicioso le
preguntaba
Y el contestaba
Um u um e e e r d
que ya se acercan
las elecciones
y por quién tú vas
a votar
y de qué color es
tu Partido
a quién tú quieres
para Presidente?
Johnny
Ventura tiene un merengue que cuando era interpretado en la televisión, los
ejecutantes dramatizaban exactamente las movilizaciones hechas en las calles,
en las cuales unos manifestantes vociferaban una frase, mientras otros
respondían con otra frase distinta, de manera combinada y reiterativa:
¡Cuando gane
Anthony Ríos
Estaremos bien
comío!
¡Con Luisito en el
timón
Comeremos
molondrón!
¡Las tres papas
están seguras
Si gana Johnny
Ventura!
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