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| Foto tomada por Randy Rodríguez |
Villa Trina de noche
Aunque todavía sigue siendo pequeña, Villa Trina no es ya el pueblito que visitábamos cuando éramos monaguillos.
El clima sigue siendo muy agradable y distinto al del llano, por lo que uno tiene que llevar su abrigo para cubrirse. No se ven tantas amapolas como entonces, pero si mucha vegetación y productos agrícolas sembrados alrededor.
Es un buen lugar para despejar la mente. Algunos citadinos han ido a construir sus casas en los campos cercanos para el descanso y el contacto directo con la propia naturaleza.
Aunque los fines de semana hay mucho alboroto y música en las noches. Y parece ser como si la gente no cupiera en tan breve entorno geográfico. Es como si dijéramos, con Luisito Rey: “Mi pueblo ya no es mi pueblo, ya es una ciudad cualquiera, con sus edificios altos, y con grandes carreteras”.
Esta foto fue tomada desde lo alto de una torre de observación edificada en el centro del parque. Al fondo: la ciudad de Moca.
Luis Manuel Brito Ureña
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