Por : Luis Manuel
Brito Ureña
Durante más
de un año tuve el grato honor de ser vecino de escritorio del periodista
Santiago Estrella Veloz en el Departamento de Prensa del INDOTEL.
Siempre
recuerdo que cuando uno de nosotros lo saludábamos mencionando su nombre, solía
responder de forma jocosa: “Santiago, que ni es estrella, ni es veloz”.
Es nativo de
Juan López, Moca, donde todavía viven algunos de sus hermanos, con quienes en
una que otra ocasión he compartido.
Santiago,
periodista con 50 años de experiencia, acaba de ganar el Premio Nacional de
Periodismo que otorga la Fundación Corripio, y como muestra de su sencillez, al
ser entrevistado por un medio de comunicación, expresó lo siguiente:
“Este premio, que agradezco, no
me envanece, pues creo que la humildad es un don que permite conquistar amigos
y servir a la sociedad sin la prepotencia que exhiben algunos por tener un
oficio como es el periodístico”.
Como redactor y colaborador del libro titulado “Juan López: Ayer y Hoy”, de Fidencio Bencosme, nunca me he
perdonado haber olvidado a este ilustre señor para que figurara entre las
páginas de esa obra dedicada a personajes y acontecimientos importantes de esa
comunidad. Posiblemente la ausencia de contacto en el momento adecuado tendría
que ver con ese olvido.
Pero ahora es el momento de saludar con mi mayor respeto a ese señor de
las letras que por tantos años ha sabido llevar buenas nuevas, orientación e
ilustración, a tantos y tantos lectores de ayer y de hoy. Y al mismo tiempo,
para recordarle que si él, jocosamente, no se considera ser “estrella” ni
“veloz”, tampoco debe considerarse “Santiago”, porque su procedencia es mocana.
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