Puerto Príncipe.- El exdictador haitiano Jean Claude Duvalier defendió el pasado jueves su régimen de 15 años y rechazó las acusaciones de crímenes de lesa humanidad y corrupción incoadas ante el tribunal de apelaciones de Puerto Príncipe, al que deberá regresar dentro de ocho días.
En una sala atestada de partidarios, acusadores y periodistas, Duvalier respondió por más de tres horas las preguntas del juez Jean Joseph Lebrun, a quien afirmó que durante su Gobierno “los haitianos vivían decentemente y enviaban a sus hijos a la escuela”.
El exhombre fuerte de Haití, acompañado de su esposa, Veronique Roy, se mantuvo todo el tiempo negando las acusaciones y justificando sus acciones “positivas” desde el poder.
“Creo que he hecho todo lo posible para garantizar una vida digna a mis conciudadanos (…) a mi regreso me encontré con un país colapsado y plagado de corrupción; ahora me toca a mi preguntar: ¿qué han hecho con mi país?”, exclamó ante los vítores de sus partidarios colocados muy cerca de antiguas víctimas de su Gobierno.
En un tono tan bajo que el secretario del tribunal debió pedirle varias veces que repitiera sus declaraciones, Duvalier aseguró que siempre había intervenido “para hacer justicia” en los casos de asesinatos, detenciones, encarcelamientos y ejecuciones sumarias que les fueron reportados.
Acusó, además, a varias organizaciones internacionales de derechos humanos de “intentar siempre desestabilizar mi Gobierno”, en vez de ayudar al establecimiento de la democracia en Haití”.
Duvalier, de 61 años, y quien no se presentó a tres citaciones previas, dijo al juez que esto se debió a problemas de salud que no identificó, aunque este argumento nunca fue esgrimido por sus abogados.
Las acusaciones de lesa humanidad contra el exdictador fueron desestimadas por un tribunal de primera instancia, decisión recurrida por organismos de derechos humanos y grupos civiles del país.
En la audiencia de hoy, Duvalier defendió la operación de una antigua cárcel en la capital del país donde eran habitualmente encerrados sus opositores políticos, al señalar que allí habían “todo tipo de delincuentes y traficantes de drogas”.
A las afueras del tribunal, grupos de partidarios de Duvalier se manifestaban en su apoyo al son de temas musicales populares durante su régimen, emitidos por los altavoces de una camioneta.
Tras la suspensión del juicio, el asesor jurídico en Haití de la organización no gubernamental Human Rights Watch, Reed Brody, dijo a medios de prensa locales que la comparecencia de Duvalier ante el tribunal es una “victoria histórica” en un país donde los ricos y poderosos siempre han estado por encima de la ley.
“Cualquiera sea el siguiente paso (en torno al juicio), los haitianos recordarán la imagen de su antiguo dictador, obligado a responder preguntas acerca de la represión ejercida durante su reinado”, expuso Brody.
Al exdictador, que heredó el poder de su padre, el fallecido Francois Duvalier, se le atribuyen la muerte o el exilio de más de 30.000 personas durante su régimen de 15 años, que abandonó ante intensas revueltas populares para exiliarse en París, de donde regresó en enero de 2011, justo un año después del devastador terremoto que destrozó gran parte de Puerto Príncipe.
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