jueves, 26 de enero de 2012

Las mentiras causan daños al PRD; Danilo en escenario despejado


Autor: Félix Makemk
Santo Domingo, D.N.-  Se advierte en cuatro derrotas electorales seguidas que el Partido  Revolucionario Dominicano (PRD) perdió credibilidad ante el pueblo, pero no obstante busca reposicionarse, en las elecciones de mayo próximo, sin corregir deficiencias y errores.
Cobró en daños la escasa preparación política de su militancia, y las “estrategias”permanentes basadas en falsedades para oponerse a los  regímenes de Trujillo, desde el exilio en 1939 cuando se fundó el PRD en Cuba y New York, y desde 1966 con la llegada al poder del Partido Reformista.
Mentiras sin sonrojo ante medios de comunicación, vienen siendo percibidas por una población  instruida con el tiempo, con más escuelas, universidades e institutos, y la llegada de medios electrónicos de comunicación, han hecho estragos en un Partido Revolucionario Dominicano resagado, anclado en los años 70, y que en cuatro gobiernos no puede exhibir una obra tangible, o no tangible, que motive a los votantes.
En 1963 Juan Bosch sucumbió a siete meses de fundado su gobierno, Antonio Guzmán (1978- 82),  avergonzado por los actos de corrupción  se disparó un tiro; en 1982-86 Salvador Jorge Blanco pisó cárcel acusado de malversar fondos públicos, y en el período 2000-2004 Hipólito Mejía vio llegar una “noche de espantos”, 13 de mayo de 2003 cuando se decretó el cierre de Baninter. Luego  la debacle con alzas en los precios de alimentos,  dólar inestable y un sistema bancario a punto de sucumbir porque la crisis arrastró a Bancrédito, Mercantil y del Progreso.
Deleznables y perversos, en los gobiernos de Trujillo ni de Balaguer faltaba exagerar sucesos para infamarlos, estaban ahí a la luz del día, pero el PRD desde el exilio se alimentó de mentiras, y con dirigentes sin formación en Santo Domingo la práctica se convirtió en táctica repetidas por un  pueblo que le seguía.
El nacimiento del PLD en 1973 resultó letal a los propósitos del Partido Revolucionario Dominicano, por la formación de cuadros políticos bajo el esquema de educación,  disciplina y organización; Bosch, su  mentor, inspiró en las milenarias formaciones de la cultura china, la religión católica y las fuerzas armadas, de los países del mundo, para lograr un partido sólido y unificado y una militancia consciente, con sentido nacional.
“Nos preocupamos mucho por la oposición, y no por la educación”, se lamenta Milagros Ortiz Bosch cuando admite la escasa preparación de la militancia perredeista.
Bosch, una figura que él construyó con sentido de honestidad, con lauros de depurado escritor literario,  inauguró círculos de estudios para la formación política de sus seguidores, sumado a Vanguardia del Pueblo un periódico que denunciaba  con la verdad, solo con la verdad, daban fisonomía a un PLD que se decía marxista, no así leninista, en el que se acercaron como miel en panal una clase media intelectualizada que quería participación sin la violencia de otros tiempos.
De esta manera creció el PLD hasta llegar al poder en 1996, y este año 2012 completa tres períodos de gobierno, 39 años después de su fundación.
Mientras tanto mueren y envejecen los viejos robles del PRD, o se ponen en retiro, sin haber formado políticamente relevos que alcen las manos, en condiciones de competir, frente a  un escenario distinto a los años  60´ y 70, abierto a nuevas tecnologías, con un Leonel Fernández líder indiscutible del PLD y de la  República Dominicana, intelectual, actualizado, sereno y visionario.
Milagros Ortiz, Ivelisse Prat, Suberví Bonilla, Franco Badía, Hugo Tolentino, Emmanuel Esquea, Tonty Rutinel, son de los pocos viejos robles que insisten en avanzar, estando estancados, con el mismo esquema de trabajo en un nuevo siglo que lleva más de una década de haberse iniciado.
La posición ante el centro de cómputo de la Junta Central Electoral y las declaraciones de Hipólito de que las bases pasarán por encima a Miguel Vargas,  por su actitud frente a su candidatura, son muestras del enredo como hilo enmadejado en que se desenvuelve el PRD.
El PRD perdió las elecciones congresuales y municipales de 2002, las presidenciales de 2004, las congresuales y municipales de nuevo de 2006 para unificar los procesos, las presidenciales otra vez en 2008 y las congresuales y municipales por seis años de 2010. Pero no escarmienta.
El propio Mejía,  Alfredo Pacheco y José Gabriel García han declarado por separado que la candidatura presidencial del PRD aventaja con 20 puntos a Danilo Medina, del PLD.
La entrega Gallup- Hoy, sin embargo, en noviembre pasado acredita a Hipólito Mejía con 47.9% y a Danilo Medina en segundo lugar con un 42.6%.
Dos meses después de esta última medición el PLD escogió a Margarita Cedeño como candidata vice presidencial, inició de lleno la campaña gráfica y televisiva de Danilo Medina y recibió del doctor Leonel Fernández un apoyo manifiesto e irrestricto.
Un dato más reciente el de la Penn- Shoen, conocido este lunes 23 de enero, que da ventaja a Danilo con un 46% frente a un 44% del aspirante Hipólito Mejía.
Sobran argumentos, pues,  para indicar que el panorama ha cambiado.
Pero el PRD se aferra a la idea de que todo está como empezó,  Hipólito Mejía arriba en la percepción de la gente y en la preferencia electoral, como mitómano que sin advertirlo se engaña así mismo.
El PRD obsoleto, cuyo ciclo histórico debió concluir en 1986 con la llegada al poder nueva vez del doctor Balaguer, una vergüenza y doloroso error histórico que vivió su dirigencia, se mantiene a estas alturas enredado en las patas de los caballos, sin salida, pero queriendo llegar otra vez al gobierno sin por lo menos ponerse de acuerdo en situaciones elementales como la que promueven Hipólito y Miguel Vargas, quien se resiste, siendo presidente del PRD, apoyar el primero en las elecciones próximas.
Históricamente el balance es negativo para el PRD, en los últimos 26 años sólo ha gobernado cuatro, del  2000- 2004.
En tanto el país se moderniza, avanza, crece a un ritmo anual de un 5.5% del PIB; edificaciones de torres modernas cambian la ciudad; las líneas del metro colocan a República Dominicana a otro nivel, tiendas de renombre internacional abren sus puertas, tecnologías de punta a todo alcance, jipetas de lujo en las calles y para vacaciones en el hogar se habla de resort, mientras se expande el comercio en las cuatro direcciones.
En medio de ese escenario Tonty Rutinel se insubordina en una cárcel, queriendo ser víctima de su propio absurdo, hace el ridículo ante el mundo sin advertir que la República Dominicana inaugura una nueva era, y que los años 70 hace décadas quedaron atrás.

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