El estudio "¿Otro techo de cristal? La brecha digital de género en la República Dominicana", realizado por la Ingeniera Amparo Arango -coordinadora técnica de la CNSIC- muestra como estereotipos y prejuicios presentes en el sistema educativo y en la sociedad, sientan las bases para que las niñas y las jóvenes dominicanas se relacionen de manera marginal con la ciencia, las matemáticas y las tecnologías y luego se excluyan de su uso y su estudio, anulando la posibilidad de aprovecharlas exitosamente en su vida personal, profesional y laboral.
La presentación del estudio se realizó en el salón de usos múltiples del INDOTEL y estuvo presidido por su directora ejecutiva Joelle Exarhakos, quien destacó la importancia del mismo para el impulso de políticas y programas de inclusión dirigidas a asegurar una plena participación de las mujeres en la Sociedad de la Información. Acompañaron a la licenciada Exarhakos en la mesa de honor además de la autora, Carmen Pérez- encargada de políticas públicas, en representación del Ministerio de la Mujer y de la Mesa de Trabajo "Género y TIC" y Magaly Pineda directora ejecutiva del CIPAF.
La ingeniera Amparo Arango al presentar los hallazgos más importantes del estudio señaló que "en Dominicana al igual que en muchos países de la región, se asume de manera implícita que las nuevas tecnologías son "neutras" al género y que por tanto no hay diferencias entre hombres y mujeres en el acceso y uso del internet y computadoras, ni en los procesos de formación y creación de capacidades en el campo de las tecnologías, las ingenierías, la ciencia y la tecnología en sentido general".
"De seguirse manteniendo esta visión, señaló la investigadora, "de neutralidad tecnológica", las mujeres dominicanas verán seriamente comprometidas sus posibilidades de formar parte activa, no solo de la sociedad de la información, sino también de formar parte de la fuerza laboral presente y futura."
El estudio "¿Otro techo de cristal? La brecha digital de género en la República Dominicana" describe en sus 218 páginas, las dimensiones que asume la brecha de género en el acceso y uso de las TIC por las mujeres sobre la base de los resultados de la ENHOGAR 2007; el nivel de desempeño de las niñas en las matemáticas en la educación básica y secundaria, a partir de los resultados de las pruebas nacionales de los últimos diez años; su nivel de participación en la formación técnico profesional y en las carreras de TIC, ingenierías y vinculadas a las ciencias básicas, con estadísticas del Ministerio de Educación.
Algunos hallazgos del informe dan cuenta que el 66% de las mujeres no usaban computadoras y el 76% no usaban internet, además de tener un menor uso de Internet que los hombres, es en las jefas de hogar mujeres que este acceso es más restringido. Mientras el 33% de los hogares con mujeres como cabeza de familia tienen acceso a las TIC, para los hogares con un hombre como cabeza de familia este porcentaje representa el 44%.
Las mujeres usan el Internet con menor frecuencia que los hombres, mientras las mujeres usan el internet desde los lugares de estudio o desde la casa, los hombres acceden desde los cibercafés, lugares públicos gratuitos o desde el trabajo.
A partir de los datos de la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo 2009 el estudio identificó también el bajo nivel de participación de las mujeres dominicanas en el mercado laboral vinculado al sector de las TIC. Del total de empleo generado por el sector TIC en el país, el empleo de las mujeres es de un 33%, mientras que el masculino es de un 67%.
Este estudio forma parte del proyecto Género y Tecnología que desarrolla el Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF) con el apoyo del Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres y además de ser el primero en su clase en el país, es también uno de los primeros diagnósticos sobre brecha digital de género en América Latina y El Caribe.
Al cierre del evento Magaly Pineda, directora de CIPAF se mostró esperanzada en que la lectura, difusión y puesta en práctica de las recomendaciones de este diagnóstico sobre la brecha digital de género en la República Dominicana, constituyan una herramienta útil, un instrumento de trabajo, para contribuir a hacer realidad una sociedad de la información y el conocimiento inclusiva, pilar fundamental para avanzar en el disfrute de un mundo de justicia e igualdad para todas y todos.